INTERNACIONALISMO CUBANO

 

Venimos aquí con el sentimiento de la gran deuda que tenemos con el pueblo de Cuba (…) ¿Qué otro país puede demostrar un historial de mayor altruismo que del que ha hecho gala Cuba en sus relaciones con África?

 

Nelson Mandela

 

 

El pueblo cubano sufre las consecuencias del bloqueo genocida estadounidense y el gobierno Revolucionario se fortalece en su lucha. ¿Pero que hubiera sido de una Cuba revolucionaria sin bloqueo? Sin duda Cuba hubiera sido el mismo ejemplo para el resto de los países subde-sarrollados pero su ejemplo se hubiera extendido a mayor velocidad, de forma incontenible. Sin embargo el bloqueo no ha logrado ninguno de sus objetivos. Pero Cuba sí ha  logrado su soberanía con un gobierno socialista a noventa millas del gran Imperio, ofrece a su pueblo garantías, muy superiores a la media mundial (incluidos países ricos), en materias de sanidad y educación, “la pobreza se reparte, digo, y se comparte: Cuba sigue siendo el país más solidario del mundo”, como escribió Eduardo Galeano.

 

 

Cerca de 17000 niños afectados por el accidente en la central nuclear de Chernobil han pasado por Cuba para ser atendidos gratuitamente. El éxodo de haitianos huidos de la muerte y la pobreza fueron acogidos por la Revolución tras haber sido expulsados de los Estados Unidos, país que junto con Francia expoliaron y maniataron a la que fue segunda república de América y primera república negra del mundo en 1804. Más de 11000 jóvenes de Asia, Estados Unidos, el Caribe y África estudian con todos los gastos cubiertos en la escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana con una invasión anual de 1500 médicos que desarrollarán su labor en sus respectivos países. África, además, cuenta con seis facultades médicas financiadas y coordinadas por Cuba. En los años setenta enviaron brigadas médicas a Vietnam, país que tiene el mayor índice de contaminación por dioxinas del mundo debido a uno de los productos químicos más letales que jamás hayan existido: el Agente Naranja, con el cual los estadounidenses rociaron a poblaciones enteras durante la guerra.


 Lanzaron sobre Vietnam más bombas que el total de las que estallaron en la Segunda Guerra Mundial y cuando los invisibles vietcom no eran localizados se utilizaba esta lluvia química que, aún hoy después de treinta años, continua castigando a las nuevas generaciones de vietnamitas con innumerables y monstruosas malformaciones que superan la imaginación de cualquier película de terror hollywodiense. Cuba tiene desplegado un contingente de cerca de 30000 médicos distribuidos por 69 países y dispone de una brigada móvil lista a salvar vidas allá donde se los necesite, incluyendo a los Estados Unidos que rechazaron su apoyo tras el huracán Katrina que devastó Nueva Orleáns.  Bajo el marco de acción del proyecto cubano-venezolano, Operación Milagro, se devolverá la visión a más de 600.000 latinoamericanos. La lista es interminable pero esta isla de corcho, recordemos, mide de extremo a extremo tan solo 1250 kilómetros.

 

 

Cuba ha sido escuchada por sus logros en todo el mundo y su bandera ha continuado ondeando libre ante las narices de los diez presidentes estadounidenses  que han mantenido la misma política de hostilidad hacia la isla, a pesar, de la oposición unánime del resto de los países y de muchos de sus propios ciudadanos. La Revolución Cubana se ha ramificado por el resto de Latinoamérica con gobiernos socialistas, tachados siempre de radicales extremistas, que curiosamente son apoyados por la inmensa mayoría del pueblo, ciudadanos que anteriormente no participaban en la política. Esta semilla se sembró en todo el tercer mundo, sin importar las políticas afines o contrarias de sus gobiernos hacia Cuba. Las capas más desfavorecidas, los olvidados y vilipendiados, como dijo el Ché, comenzaron a soñar. Y en gran medida, gracias al internacionalismo del pueblo cubano.