La Colonial 1861, La Habana, Cuba

La Colonial 1861, La Habana, Cuba
Salón La Colonial 1861

6 nov 2012

CUBA, ÚNICO PAÍS SOSTENIBLE DEL PLANETA



Cuba hoy es el único país sostenible del planeta según afirma el prestigioso investigador del Global Footprint de California, Mathis Wackernagle. Estos estudios se basan en los datos ofrecidos por Naciones Unidas acerca del Índice de Desarrollo Humano que toma como indicadores el producto interior bruto per cápita, la esperanza de vida al nacer, el nivel medio de educación o las políticas de protección ambiental, entre otros factores imprescindibles que inciden en la vida de la población. 

 Carlos Fernández Liria, Profesor de Filosofía de la Univer­sidad Complutense de Madrid, basándose en la gráfica de desarrollo sostenible de Wackernagle, escribe en su blog (http://el-mundo-debe-tener-remedio.blogspot.com):

“(…) Sólo los países comprendidos en esa área serían un modelo político a imitar, al menos para aquellos políticos que quieran conservar el mundo a medio plazo o que no estén dispuestos a defender su derecho (¿quizás racial, divino o histórico?) a vivir indefinidamente muy por encima del resto del mundo. Ahora bien, ocurre que el área en cuestión está prácticamente vacía. Hay un solo país en el mundo que –por ahora al menos-  tiene un desarrollo aceptable y sostenible a la vez: Cuba (…) A nivel general, la cosa es mucho más interesante. Es muy signifi­cativo que el único país sostenible del mundo sea un país socialista. Suele ser un lugar común entre los economistas que el socialismo resultó ruinoso e ineficaz desde un punto de vista económico. Sor­prende que, en un mundo como éste, la falta de competitividad pueda aún considerarse una acusación de peso. En términos de de­sarrollo sostenible, la economía socialista cubana parece ser máxi­mamente competitiva. En términos de desarrollo suicida, no cabe duda, el capitalismo lo es mucho más (…)”.

   En los años 80 fueron declaradas en Cuba, por la UNESCO, cuatro de sus seis Reservas de la Biosfera; la sierra del Rosario, la península de Guanahacabibes, las Cuchillas del Toa y el Parque de Baconao. Ya en el 2000 también se sumaron a la lista; el Parque Nacional península de Zapata y Buenavista. Además existen más de 80 áreas naturales protegidas de interés nacional. En 1981 Fidel diría en uno de sus discuros:

“ Han pasado 20 años y (…) estamos conscientes de los problemas que esperan al mundo en las décadas futuras en todos los sentidos; la población creciente, que alcanzará más de 6000 millones de habitantes; los problemas de la alimentación, del agua, los recursos naturales, la contaminación, los problemas del subdesarrollo que se proyectan hacia años futuros para una gran parte de la humanidad (…) pienso realmente que para el hombre enfrentarse a estos problemas será un reto muy serio (…)

 
  
El cocodrilo y el caimán, animales insignia de Cuba junto al tocororo (pájaro nacional), fueron rescatados de la irremediable extinción a la que estuvieron dirigidos durante décadas gracias a un programa de reproducción implantado a comienzos de los años 60 y que se concentró en la ciénega de Zapata. Zona en la que, en gran medida gracias a estos reptiles milenarios, se ha fomentado el llamado “ecoturismo” y es lugar de migración para gran variedad de aves del norte de América.

   Uno de los temas principales siempre abordados por Fidel, tanto en sus reflexiones como en sus discursos, ha sido el  cambio climático, sus causas y sus efectos. Ha señalado directamente a sus responsables y ha sido silenciado siempre por la gran maquinaria informativa de los países responsables de este gran desastre para la humanidad. En la reunión Internacional sobre el Medio Ambiente, que tuvo lugar en Río de Janeiro en 1992, hasta el mismísimo Bush padre se vio en la obligación de aplaudir a Fidel para no quedar en ridículo. En su discurso, una vez más, enumeraba los daños medioambientales que sufre el planeta y que lo están destruyendo aceleradamente, poniendo en riesgo la existencia de nuestra especie.

“(…) Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra. No más transferencias al Tercer Mundo de estilos de vida y hábitos de consumo que arruinan el medio ambiente. Hágase más racional la vida humana. Aplíquese un orden económico internacional justo. Utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido sin contaminación. Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa. Desaparezca el hambre y no el hombre (…)”

   



 En el documental de Oliver Stone, “Comandante”, este le pregunta a Fidel por un posible nuevo orden mundial del siglo 21:

“Sí no se alcanza relativamente pronto, entonces… desaparecerá la especie. No se puede seguir destruyendo la naturaleza. No se pueden seguir despilfarrando todos los recursos y destruir las condiciones de vida. No hacen falta ni siquiera las matemáticas. Una aritmética simple indicaría que o los problemas actuales se resuelven, o la humanidad difícilmente sobrevivirá a este nuevo siglo que comienza. Y más bien me inclino por la idea de que se imponga la racionalidad y el hombre sea capaz de sobrevivir. Pero en un brevísimo periodo de tiempo, dentro de 40 o 50 años, habrá casi 100.000 millones de habitantes en la Tierra. Casi no valdría la pena vivir en el planeta que nos han dejado”.

 
  
Con la Revolución Energética se logró erradicar en gran medida los famosos “apagones cubanos” (mal, que pareció ser cualidad única de la Cuba revolucionaria y no del resto de los países pobres), mediante una gran campaña de concienciación social, a la que se sumaron medidas directas como la sustitución de bombillas de alto consumo por fluorescentes o por bombillas de bajo consumo. Y se sustituyeron los viejos electrodomésticos por otros de menor consumo subsidiados por el estado. En Cuba la ley obliga a plantar el doble de cada hectárea de árboles talados, por lo que la densidad forestal de la isla, a diferencia del 90% de los países, siempre va en aumento. Todos estos datos contribuyen a que Cuba pueda estar orgullosa de ser el único país sostenible de este maltrecho planeta.  

 

 

 

 

 

 


 

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