La Colonial 1861, La Habana, Cuba

La Colonial 1861, La Habana, Cuba
Salón La Colonial 1861

18 nov 2012

LO MÁS CUBANO




La fauna cubana
• En Cuba existen más de 14000 especies de animales.
Efectivamente, se conocen mucho más de 14000 especies de la fauna cubana, aunque la que habitualmente vemos en la vida diaria es importada.
• En Cuba vive el pájaro más pequeño del mundo, el zunzuncito o pájaro mosca.
El zunzún (mellisuga elenae) es la más pequeña de las aves del mundo y mide alrededor de 6 cm de longitud como máximo y pesa como promedio alrededor de 2 gramos. Sólo vive en Cuba.
• En Cuba vive el anfibio más pequeño del mundo.
Es la rana pigmeo o sapito (sminthillus limbatus) que mide menos de 12 mm de longitud.
• En Cuba vive el murciélago más pequeño del mundo que a la vez se considera el menor de los mamíferos.
Se trata del Nystiellus lepidus o murciélago mariposa, que solo pesa 2-3 g y mide alrededor de 3 cms.





 

• El almiquí, a punto de extinción, tiene la saliva venenosa.
Efectivamente, el almiquí (solenodon cubanus) posee como característica de los mamíferos fósiles una saliva venenosa. Se pensó que estaba extinguido pues desde fines del siglo XIX no se veía pero en 1974 y 75 se capturaron 3 ejemplares.
• Existen evidencias de que en Cuba vivieron monos.
El paralouatta varonai considerado el mayor de los monos antillanos sólo vivía en Cuba según se ha demostrado por hallazgos arqueológicos. Se desconoce cuando desapareció.
• Que en nuestro país habitan 13 especies de jutía de las cuales algunas solo viven en determinados cayos.
Se han descrito 13 variedades de jutías en Cuba, algunas con un hábitat muy restringido lo que las hace peligrar. La jutía cabrera solo vive en el Cayo Ana María, la garrido en Cayo Majá, la jutía rata en Cayo Fragoso y la sanfelipensis en Cayo Juan García.
• La jutía enana es la más pequeña de todos los del género capromydes en el mundo.
Dentro del género capromydes al cual pertenecen las jutías el representante más pequeño es la jutía enana, capromydes nana que solo vive en Cuba.
• Se ha comprobado que en Viñales vive la especie de moluscos más antigua del mundo.
Se trata de la Viana regina o calcifolio que vive pegada a los mogotes y rocas para alimentarse del hongo de las mismas.
 
 
 

• El manjuarí es considerado un fósil viviente y tiene cuerpo de pez y cabeza de reptil.
El manjuarí, atractosteus tristoechus, es un pez con características especiales, tiene cabeza similar a los reptiles y cuerpo de pez, su carne es comestible pero sus huevos son venenosos.

Flora
• Hay más de 7000 especies de plantas en Cuba y que casi la mitad son endémicas.
Cuba es el sitio del Caribe con mayor variedad de plantas y de endemismo como lo atestiguan todos los estudios.
• Más de la tercera parte de nuestra flora endémica está en peligro de desaparición o han desaparecido desde la época de la conquista.
En los inicios del siglo XVI podía recorrerse la isla bajo los árboles, pero la tala indiscriminada, la deforestación por el ganado o por la introducción de cultivos han ido conduciendo a la perdida de especies, algunas para siempre.
• En Cuba hay plantas carnívoras.
En nuestro país hay al menos 6 especies de plantas carnívoras del genero pinguicula, la más significativa, la p. Lignicola que es la única epifítica del mundo.
• En nuestro país hay más de 100 especies de palmas.
De estas 90 son endémicas, la más conocida es la palma real cuyo origen cubano esta en discusión.
 
 
 

• Una de las especies de flores de mayor tamaño del mundo es oriunda de Cuba.
Se trata de la solandra grandiflora que puede medir 30 cms. en su corola.
• La orquídea más pequeña del mundo sólo se encuentra en Cuba.
Es la pleurothallis shaferi cuya flor mide solo 2 mm.
• La palma corcho originaria de Cuba es considerada una planta fósil y sólo se encuentra en Pinar del Río.
Solo existen alrededor de mil ejemplares y se considera de origen prehistórico.
• Más de la mitad de las especies endémicas de nuestra flora se encuentran en las montañas de la antigua provincia de Oriente.
Las montañas de la Sierra Maestra y Sagua Baracoa forman el mayor sitio de endemismo del Caribe y allí se encuentra más de la mitad de nuestras plantas endémicas.
• La mayoría de las plantas que más relacionamos con el paisaje cubano de nuestros recuerdos no son oriundas de Cuba.
En efecto, la caña de azúcar, el flamboyán, el mango, el plátano, los cafetales, el maíz y quizás la palma real no son oriundas de Cuba.
• Una “comida típica cubana” apenas tiene componentes oriundos de Cuba.
Si tenemos en cuenta que la mayoría de los cultivos y animales de consumo son introducidos no tendríamos congrí o potajes, ni tostones, puerco asado o tamales, no habría cascos de guayaba con queso, no habría café y sólo nos quedaría la yuca hervida, pero sin mojo, y el tabaco para después.

 
Tomado del foro de tvcamaguey. Escrito por Maro

8 nov 2012

PERSIGUIENDO A LA GORDA FREDDY


Al maestro y amigo Roberto Férguson.
 
 



 
En Neptuno 408, entre San Nicolás y Manrique, está el local de cuentapropistas Seriosha, donde podemos encontrar de todo. Desde chuchos para la corriente hasta camisetas de pinguerito. Pero al final, después de superar el tumulto, chocamos con una barricada melódica e  imponente de miles de vinilos. Carlos regenta el puestecito Musical Vynilo Disc For Sale. Un oasis donde sumerjirse en el recuerdo del folclore musical cubano. Allí compré el primero del cieguito maravilloso Arsenio Rodríguez, maestro del gran Rubén González y compositor de míticos boleros como “Blanca paloma” o “La vida es un sueño”. Los “Grandes éxitos” del eléctrico y melancólico bárbaro del ritmo Beny Moré. La “Cronología musical de la Revolución Cubana en la voz de Carlos Puebla, con clásicos como “Traigo de Cuba un cantar” o “Y en eso llegó Fidel”. “Mi verso es como un puñal” con Pablo musicalizando los poemas de Martí. “Causas y azares” de Silvio cantando arena y espuma y engendrando la maravilla con el amor. Y otros vinilos, que narran la historia del pueblo, como los discursos del Comandante en Jefe o la “Carta del Che leída por Fidel” en saludo al IX Aniversario de la Revolución desde la Dirección Nacional de los CDR. Pero además, también descubrí auténticas joyas musicales tan extrañas y variopintas como “Off the Wall” de Michel Jackson editado en México o la edición búlgara de “Greatest Hits” de Stevie Wonder.
 
 
 
 
 
 
Pero jamás pude encontrar ese vinilo que busqué cual tesoro en todos y cada uno de los rincones de La Habana, desde La Lisa hasta Alamar, pasando por  Rancho Boyeros o el Cotorro. Carlos fue mi guía y gurú. Oráculo en do menor. A su auxilio acudía después de cada fracaso tras ese nuevo eslabón que me pusiera rumbo a la pista definitiva. Después del viejito Jorge, coleccionista metódico del bolero-son, conocí a Vladimir, hijo de un diplomático ruso y una negra lucimí de Palo Cagao, que puso patas arriba la casa de su ex­-mujer pensando que allí estaría el primer y último vinilo de la gorda Freddy. La infructuosa inspección, con discusión familiar incluida, me llevó al nostálgico Nelson, guaguero jubilado y abakua de corazón, con el que pasé unas tardes inolvidables en su casita de Cayo Hueso rememorando su juventud y  escuchando, en su vieja RCA Víctor, a grandes clásicos como Bola de Nieve, el Conjunto Matamoros, Eusebio Delfín o Eliseo Grenet y viéndole llorar emocionado al escuchar la voz de Manuel Álvarez Mera cantando “Estás en mi corazón” de Lecuona. Pero llegué con retraso a mi última intentona. Carlos, desesperado e impotente por ayudarme, sacó su as de la manga y me entregó el contacto decisivo del que fue su yunta y se convirtió con el tiempo en su enemigo íntimo. ¡Pero chico, ni le pronuncies mi nombre! Después de la sugerencia, Carlos me escribió en una de sus tarjetas, como si estuviera revelándome un gran secreto, las señas del antiguo socio. Pero Miguelito Fernández, un tipo afable y muy hablador, ya había vendido por diez fulas el disco de Freddy a un turista francés, hacía casi un año. Disfrutando del café que me brindó su señora, pensé que a lo mejor, ahí, a la vuelta de mi cuadra, alguien lo estaría escuchando en la eterna noche o quizás ignoraba por completo ser dueño del vinilo arrojado al polvo y al olvido cruel de las humedades y el tiempo.



 

Tuve que conformarme con el cassette de Freddy, Made in Canada, regalo de mi amigo Roberto Férguson, editado por Egrem como tesoro fonográfico de Cuba dentro de la colección “Las Voces del Siglo, grabaciones históricas que recogen momentos imborrables del acontecer sonoro de la Isla a lo largo del Siglo XX”. Más tarde Férguson también me lo pasó a un cd que he  pregrabado hasta la saciedad para todos aquellos amantes del feeling. A él tengo que agradecer, entre otras cosas, que me diera a conocer la existencia de la eterna voz de Freddy. Férguson abrillantó sus pómulos gelatinosos, infló ese globo negro y sonoro articulado por cuerdas trasparentes. La rescató, la resucitó en exclusiva para mí desde su tumba sin tener que ir hasta Puerto Rico, donde murió en el año 1961 con veintiséis años y tras un buen empacho que fue la gota de grasa que colmó el vaso. Allí se quedó por siempre jamás. Las hipótesis sobre su muerte son varias. Su cuerpo nunca se repatrió, quizás debido al elevado costo de transportar un bulto tan pesado en el avión o sencillamente no se encontró lugar donde meterla sin tener que descuartizarla en pedacitos. Fredesvinda García natural de Céspedes, Camagüey, trabajó como  empleada del hogar casi toda su vida. En su tiempo libre, tal y como me contó mi amigo José Antonio Rodríguez, con su tono grave de profeta, recorría todas las bodegas, bares y cantinas habaneras donde a última hora de la noche y hasta que despuntara el alba, se reunía la farándula capitalina. Así comenzó Freddy a cantar, siempre a capela, para ocupar más tarde el escenario del Salón Rojo del Hotel Capri, donde logró el éxito. O el éxito la logró a ella, sentadita con su trago en un lateral del escenario y acompañada por la orquesta de Humberto Suárez. Después, como el Ave Fénix, pasó por el Saint John, grabó su disco y salió de gira por las Américas para nunca volver.

Persiguiendo a Freddy descubrí también dos libros de Guillermo Cabrera Infante donde cuenta que La Estrella, como así la llamó, murió  entre cientos de esqueletos en México y no en San Juan. También, que “no quedó de ella más de que un disco mediocre con un aportada de un mal gusto obsceno”. Es verdad que Freddy aparece en la portada grotescamente fea, maquillada hasta el aburrimiento y peinada como una sandunguera faraónica. Por desgracia el diseño de portadas musicales en aquella época no cayó en manos de aquellos que, como Eduardo Muñoz Bachs, René Azcuy, Ñiko o Alfredo Rotsgaard, convirtieron el cartel del cine cubano en un referente a nivel mundial. ¿Pero, un disco mediocre? No son de extrañar los criterios del infante difunto con el que, por suerte, sólo compartí mi pasión por los habanos y por la gorda Freddy. Algunos pretendieron adjudicar al autor de “Tres tristes tigres” el honor de “convertir a Freddy en un mito musical tan pesado como las trescientas cincuenta libras de peso en vida”. Pero la verdad es que Freddy, nunca fue de nadie y a nadie tendrá que agradecer el privilegio de su voz. Ni al que escribió sobre ella, ni a la que se atrevió a versionarla y se autoproclamó diva del pueblo. Como diría la propia Fredesvinda siendo entrevistada para la revista venezolana Élite, durante su gira por América: “…tengo algunos enamorados, pero no he escuchado promesas. Por ahora, cantar y gustar. Esto es todo.” 

 Encontré casi sin quererlo una re-edición del disco de Freddy en formato cd en la tienda de discos La Metralleta, situada en la madrileña calle de la Montera, por la que de vez en cuando me dejo caer arrastrado por la añoranza cubana de encontrar, en su sección de música latina, alguno de esos clásicos que actúan como antídoto a esa enfermedad que es la nostalgia. En la portada, también poco afortunada, la gorda fue sustituida por una pareja bailando, quizás, al compás de “Freddy”, canción que Ela O´Farrill le regalo para que mitigara las penas de las horas vividas y perdidas. A veces pienso que Freddy es quien me persigue. En esos días en los que sueño con volver corro a darle al play para abrirle esa puertecita digital que me transporta en el espacio hasta alguna oscura calle de Centro Habana en la que aún resuena el eco de su voz tras una aguja desgastada. 

 El desengaño pequeñoburgués que sufrí al no poseer aquel objeto codiciado de petróleo circular deparó en profundas experiencias musicales, al lado de esos hombres con los que compartí una afición que fue más allá de la pura melodía. Seguiré persiguiendo a Freddy. Imaginándola en blanco y negro mientras el tipo duro enciende su cigarrillo y apura un último trago en el preciso instante que la sala queda en completo silencio y se ilumina el escenario. El humo surge entre bambalinas como la neblina de las ciénagas y una figura torpe e inmensa aparece enfocada por el cañón de luz, acompañada por el sonido de unos tambores lejanos a los que se van sumando los vientos metálicos del viejo jazz. Bajo una atmósfera de suspense, la gran mole pone en marcha sus cuerdas vocales en las que confluyen amor y dolor en perfecta armonía con “Noche de Ronda”. Afuera la lluvia repica sobre los tejados y arrastra el recuerdo de Freddy, Rampa abajo. Hasta el Malecón, más allá del mar.

 

LA MAREA DE LOS CANGREJOS


 

“Caminan del monte hacia la costa para el apareo. Luego retornan a su hábitat, y a los Entre abril y mayo –período de reproducción- los cangrejos colman la ruta que va desde Playa Larga a Playa Girón, motivando la atención de los turistas que visitan la zona, escenario de combates durante la invasión mercenaria, de Bahía de Cochinos, dirigida por los EE.UU. en 1961.
 
 
 
 

“Caminan del monte hacia la costa para el apareo. Luego retornan a su hábitat, y a los diez días las hembras vuelven a cruzar el pavimento para depositar los huevos en el mar. Al poco tiempo, una mancha rojiza de cangrejitos sale de la costa hacia el monte”. Según la bióloga Juliett González, es un singular espectáculo que a veces impide ver el color negro del asfalto, pero que provoca que miles de cangrejos de la especie Gecarcinus ruricola no sobrevivan a la amorosa travesía al morir aplastados. "Para protegerlos el CITMA está inmerso en un proyecto internacional, que entre otras alternativas, investiga vías que impidan la masacre que tiene lugar durante el cruce de la carretera".



7 nov 2012

EL PARQUE LENIN


El Parque Lenin se encuentra ubicado a unos 25 kilómetros al sur de la capital cubana. Fue fundado el 22 de abril de 1972 por el Presidente cubano Fidel Castro. Formidable extensión verde localizada en las afueras de La Habana. Cuenta con parque de diversiones, piscinas, restaurantes de diferentes tipos y precios, un tren de vapor del siglo XIX... Se puede participar en un rodeo cubano, remar en bote por el lago, montar en bicicleta de agua o pasear a caballo. Los fines de semana acuden muchas familias habaneras pero por su amplitud nunca da sensación de agobio, sino más bien al contrario. Las atracciones son a precios asequibles para todo el mundo.

Un lugar ideado por Fidel Castro Ruz y creado bajo la fuerza inspiradora de Celia Sánchez y otros compañeros. Fidel tomó como referencia esta mata de mango para la realización del Parque Lenin.

 

 
Construido por el Gobierno de la Revolución, es el parque de atracciones de La Habana. Con 670 hectáreas de bosque donde las familias habaneras suelen pasar los fines de semana. Hay un parque de atracciones, un acuario, cines, teatro infantil y de marionetas, caballos para la equitación, lago con barcas, anfiteatro con capacidad para 2.400 espectadores, biblioteca al aire libre, campos de deporte, taller de cerámica, bares, restaurantes, un tren de 9 km de recorrido, galerías de arte, etc.

 Entre las interesantes y atractivas ofertas recreativas y culturales algunas gozan de gran popularidad. El complejo de piscinas es el lugar preferido por los jóvenes y adolescentes durante el eterno verano cubano; mientras que el parque de diversiones es el de los más pequeños de la familia.

En su original anfiteatro se puede disfrutar de magníficos espectáculos donde las luces y el telón acuático constituyen todo un derroche de ingenio e imaginación. Figuras del escenario mundial y nacional han presentado su arte al auditorio del acogedor lugar.

Encontramos también en el Parque Lenin la galería de arte Amelia Peláez y un concurrido taller de cerámica. Allí las artes plásticas tienen su expresión de conjunto con los amantes de la naturaleza.

Las cafeterías, restaurantes y la Casa 1740 con infusiones y cócteles también hacen las delicias de quienes optan por ir a este encuentro con la naturaleza en el Parque Lenin. No en vano los habaneros acostumbran a decir cuando de descanso y disfrute se trata: el Parque Lenin es la mejor opción.

 Eran tierras improductivas, de suelo rocoso. Existían dos fincas: Paso Seco y Cacahual, con 22 y 10 caballerías En el Parque convergen la naturaleza, la recreación y la cultura respectivamente.
 

 
 
Pequeños predios y algunas áreas para siembra de viandas y atención a vaquerías. Arbolado escaso. El paisaje que predominaba no reunía las condiciones a las que el proyecto aspiraba. Pero en 1969 se iniciaron los estudios del terreno y la preparación adecuada para una mejor utilización del área. En solo tres años, el 22 de abril de 1972, estuvo listo el majestuoso Parque, extendiéndose al suroeste de la capital con sus más de 700 hectáreas.

Majaguas, yagrumas, caobas, jagüeyes, almácigos y framboyanes, entre otras especies de la foresta, empezaron a conformar el pulmón de la ciudad para oxigenar los sueños familiares. Además el Parque Lenín se encuentra muy cerca de otra de las grandes zonas verdes de La Habana: El jardín Botánico, del que hablaremos en otra ocasión.

 

 

 

 

       

EL BOSQUE DE LA HABANA



 


El Bosque de La Habana se encuentra en el Nuevo Vedado. Es un bosque tropical en pleno corazón de la capital a orillas del río Almendares. Un lugar poco frecuentado, tanto por turistas como por nacionales. Cuando estás dentro del Bosque de La Habana tienes la sensación de estar a miles de kilómetros de la civilización. En esta zona de la orilla del Almendares es habitual encontrarse con algún rito de santería en el que se está sacrificando algún animal para ofrendárselo a los Orishas. Los árboles (ficus, majagua, jagüey, framboyan u ocuje entre otros) están envueltos con inmensas enredaderas convirtiendo el paisaje en una gran telaraña verde que impide la penetración del sol (aunque siempre algún rayo se escapa entre el follaje) y se genera, así, un micro clima muy húmedo e idóneo para multitud de animales. Son habituales gran variedad de aves nocturnas y reptiles, incluso algún maja (boa de cueva) puede encontrase camuflado entre los helechos y las raíces aéreas de los árboles milenarios. El Bosque de La Habana es un pulmón verde de La Habana y es uno de mis lugares preferidos. Cuando necesitas del silencio o de la meditación, este rincón es el templo perfecto que nos ofrece la naturaleza.












6 nov 2012

LA ISLA SALVAJE DEL CARIBE


Los arrecifes coralinos cubanos son unos de los mejores conservados de todo el Caribe gracias que no se ha permitido la sobre explotación pesquera. Los arrecifes han vuelto a recuperar desde el triunfo de la Revolución Cubana la flora y fauna submarina que tuvo la mayor de las antillas hace miles de años, en poco más de 50 años de Revolución.



El cocodrilo cubano puedo llegar a medir 4 metros de largo y pesar 150 kilos. Tiene fama de ser el cocodrilo más agresivo del mundo. El cocodrilo cubano evolucionó en esta isla hace más de dos millones de años. Puede llegar elevarse sobre el nivel del agua a más de dos metros de altura, por lo que sus presas no están muy seguras en las copas de algunos árboles.

El colibrí abeja es el pájaro más pequeño del mundo, con tan sólo dos pulgadas de largo al igual que una libélula. Pesa la mitad de una moneda de cinco centavos. Los machos, para seducir a las hembras, vuelan a más de 90 metros y se dejan caer, a más de 145 kilómetros por hora, para clavarse con fuerza sobre sus oponentes.  Baten sus alas 200 veces por segundo y su ritmo cardiaco es de 1000 latidos por minuto. Pueden llegar a absorber hasta 2000 flores al día para obtener el néctar. Existen otras dos especies de colibríes en Cuba: el colibrí esmeralda cubana (que tiene el doble de tamaño que el colibrí abeja) y el colibrí carbonero. El colibrí esmeralda se encuentra únicamente en Cuba.
 


Existen más de 30 especies diferentes de murciélagos en Cuba. Y es que la isla es un lugar idóneo para ellos ya que Cuba es el país con más densidad de cuevas del mundo. El murciélago mariposa también tiene la característica de ser diminuto, de hecho es el murciélago más pequeño del mundo y, también al igual que el colibrí abeja, sólo se encuentra en la mayor de las antillas. En las cuevas subterráneas a más de 450 metros de profundidad vive en oscuridad perpetua un curioso pez llamado Lucifuga ( que significa “el animal que huye de la luz”). Este pez no puede ver y no tiene pigmento en la piel. Poco más se sabe de esta criatura misteriosa.

 La iguana de roca se calcula que llegó a Cuba hace más de 12 millones de años. Un macho adulto puede llegar a 1.5 metros de largo y pesar hasta 10 kilos. Pero a diferencia del cocodrilo las iguanas de roca son vegetarianas y bastante pacíficas. Pero más antigua que la iguana en la isla es Anolis, un reptil que llegó hace más de 30 millones de años. Hay más de 55 tipos de Anolis en Cuba, todas ellas fieras defensoras de su territorio. Todas ellas tienen papadas que exhiben de muchas maneras diferentes. El Anolis martiniqueño, de distintos tonos azules y verdes, es capaz de vivir en las copas más altas de las palmas. Todos ellos son rápidos cazadores de insectos, excepto el Anolis de la calopia que es un lento cazador de babosas y se encuentra siempre plagado de mosquitos al estar la mayor parte del tiempo quieto como una roca. 

 Y más antiguo aún que el Anolis es el pequeñísimo pájaro Cartacuba del que solo hay cinco especies distintas en todo el mundo. Todos ellos viven en el Caribe. Pero el Cartacuba es el más curioso y pintoresco de todos. Son de alas redondas y nunca abandonan el bosque, pero volaron más de 200 kilómetros hasta llegar a Cuba. Aunque quizás haya sido Cuba la que se movió hace más de 40 millones de años hasta el Cartacuba.




Otro antiguo morador de la isla es la, también diminuta, rana Coqui. Hay 60 especies diferentes que habitan en la isla desde hace más de 70 millones de años. Entre sus curiosidades hay que resaltar que sus renacuajos no necesitan de agua fresca, lo que permite a estas ranas vivir lejos del agua. Una de las especies del coquí es considerada la criatura de cuatro patas más pequeñas del mundo (un tercio de pulgada de largo), cabe cómodamente en la uña del dedo pulgar.



Hace más de 80 millones de años Cuba no estaba en el Caribe sino en el Océano Pacífico. Ya entonces el pez Guasa merodeaba los cañones rocosos y arrecifes de la isla. Es un pez de aspecto horrendo y con un apetito voraz que tiene entre sus platos preferidos la langosta.  Puede llegar a pesar más de 200 kilos y es capaz de comer decenas de langostas en una sola noche. Todas las guasas grandes son hembras ya que los machos cambian de sexo cuando crecen. La boca de una hembra de 180 centímetros puede llegar a medir 45 centímetros de diámetro.
 

El flamenco es otro antiguo morador de Cuba, donde se encuentra la colonia más grande de flamencos caribeños en el mundo (más de 100.000 aves de esta especie). Quizás el flamenco lleve en la isla desde hace más de 80 millones de años. Pero hay otro animal quizás más antiguo (nació hace más de 1000 millones de años); la tortuga. Quizás también el primer animal que vio cielo cubano.

Pero después de todo esto no os asustéis ya que Cuba es uno de los pocos países que no tiene ninguna especie de animal venenoso que sea mortal para los seres humanos.  


*Textos extraídos del documental “Cuba: la isla salvaje del Caribe” de Paul Reddish.
 

 

CUBA, ÚNICO PAÍS SOSTENIBLE DEL PLANETA



Cuba hoy es el único país sostenible del planeta según afirma el prestigioso investigador del Global Footprint de California, Mathis Wackernagle. Estos estudios se basan en los datos ofrecidos por Naciones Unidas acerca del Índice de Desarrollo Humano que toma como indicadores el producto interior bruto per cápita, la esperanza de vida al nacer, el nivel medio de educación o las políticas de protección ambiental, entre otros factores imprescindibles que inciden en la vida de la población. 

 Carlos Fernández Liria, Profesor de Filosofía de la Univer­sidad Complutense de Madrid, basándose en la gráfica de desarrollo sostenible de Wackernagle, escribe en su blog (http://el-mundo-debe-tener-remedio.blogspot.com):

“(…) Sólo los países comprendidos en esa área serían un modelo político a imitar, al menos para aquellos políticos que quieran conservar el mundo a medio plazo o que no estén dispuestos a defender su derecho (¿quizás racial, divino o histórico?) a vivir indefinidamente muy por encima del resto del mundo. Ahora bien, ocurre que el área en cuestión está prácticamente vacía. Hay un solo país en el mundo que –por ahora al menos-  tiene un desarrollo aceptable y sostenible a la vez: Cuba (…) A nivel general, la cosa es mucho más interesante. Es muy signifi­cativo que el único país sostenible del mundo sea un país socialista. Suele ser un lugar común entre los economistas que el socialismo resultó ruinoso e ineficaz desde un punto de vista económico. Sor­prende que, en un mundo como éste, la falta de competitividad pueda aún considerarse una acusación de peso. En términos de de­sarrollo sostenible, la economía socialista cubana parece ser máxi­mamente competitiva. En términos de desarrollo suicida, no cabe duda, el capitalismo lo es mucho más (…)”.

   En los años 80 fueron declaradas en Cuba, por la UNESCO, cuatro de sus seis Reservas de la Biosfera; la sierra del Rosario, la península de Guanahacabibes, las Cuchillas del Toa y el Parque de Baconao. Ya en el 2000 también se sumaron a la lista; el Parque Nacional península de Zapata y Buenavista. Además existen más de 80 áreas naturales protegidas de interés nacional. En 1981 Fidel diría en uno de sus discuros:

“ Han pasado 20 años y (…) estamos conscientes de los problemas que esperan al mundo en las décadas futuras en todos los sentidos; la población creciente, que alcanzará más de 6000 millones de habitantes; los problemas de la alimentación, del agua, los recursos naturales, la contaminación, los problemas del subdesarrollo que se proyectan hacia años futuros para una gran parte de la humanidad (…) pienso realmente que para el hombre enfrentarse a estos problemas será un reto muy serio (…)

 
  
El cocodrilo y el caimán, animales insignia de Cuba junto al tocororo (pájaro nacional), fueron rescatados de la irremediable extinción a la que estuvieron dirigidos durante décadas gracias a un programa de reproducción implantado a comienzos de los años 60 y que se concentró en la ciénega de Zapata. Zona en la que, en gran medida gracias a estos reptiles milenarios, se ha fomentado el llamado “ecoturismo” y es lugar de migración para gran variedad de aves del norte de América.

   Uno de los temas principales siempre abordados por Fidel, tanto en sus reflexiones como en sus discursos, ha sido el  cambio climático, sus causas y sus efectos. Ha señalado directamente a sus responsables y ha sido silenciado siempre por la gran maquinaria informativa de los países responsables de este gran desastre para la humanidad. En la reunión Internacional sobre el Medio Ambiente, que tuvo lugar en Río de Janeiro en 1992, hasta el mismísimo Bush padre se vio en la obligación de aplaudir a Fidel para no quedar en ridículo. En su discurso, una vez más, enumeraba los daños medioambientales que sufre el planeta y que lo están destruyendo aceleradamente, poniendo en riesgo la existencia de nuestra especie.

“(…) Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra. No más transferencias al Tercer Mundo de estilos de vida y hábitos de consumo que arruinan el medio ambiente. Hágase más racional la vida humana. Aplíquese un orden económico internacional justo. Utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido sin contaminación. Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa. Desaparezca el hambre y no el hombre (…)”

   



 En el documental de Oliver Stone, “Comandante”, este le pregunta a Fidel por un posible nuevo orden mundial del siglo 21:

“Sí no se alcanza relativamente pronto, entonces… desaparecerá la especie. No se puede seguir destruyendo la naturaleza. No se pueden seguir despilfarrando todos los recursos y destruir las condiciones de vida. No hacen falta ni siquiera las matemáticas. Una aritmética simple indicaría que o los problemas actuales se resuelven, o la humanidad difícilmente sobrevivirá a este nuevo siglo que comienza. Y más bien me inclino por la idea de que se imponga la racionalidad y el hombre sea capaz de sobrevivir. Pero en un brevísimo periodo de tiempo, dentro de 40 o 50 años, habrá casi 100.000 millones de habitantes en la Tierra. Casi no valdría la pena vivir en el planeta que nos han dejado”.

 
  
Con la Revolución Energética se logró erradicar en gran medida los famosos “apagones cubanos” (mal, que pareció ser cualidad única de la Cuba revolucionaria y no del resto de los países pobres), mediante una gran campaña de concienciación social, a la que se sumaron medidas directas como la sustitución de bombillas de alto consumo por fluorescentes o por bombillas de bajo consumo. Y se sustituyeron los viejos electrodomésticos por otros de menor consumo subsidiados por el estado. En Cuba la ley obliga a plantar el doble de cada hectárea de árboles talados, por lo que la densidad forestal de la isla, a diferencia del 90% de los países, siempre va en aumento. Todos estos datos contribuyen a que Cuba pueda estar orgullosa de ser el único país sostenible de este maltrecho planeta.